Tema 1 Introducción
APROXIMACIÓN AL PROCESO HISTÓRICO
DE LOS PUEBLOS INDIGENAS EN AMÉRICA ANTES DE LA COLONIZACIÓN EUROPEA. LOS PUEBLOS
AMERICANOS ANTES DE LA INVASIÓN.
Se
cree que el hombre apareció en el territorio que hoy conocemos como Venezuela,
hace unos 16.000 años. Esta población había llegado por el Sur, de la región
del Amazonas, por el Oeste, de los Andes y por el Norte, del Caribe. Antes de
la invasión de los conquistadores europeos, muchos delos pueblos que habitaban
América habían alcanzado desarrollar sociedades urbanas importantes, basada en
el trabajo del hombre; mientras que otros, sólo practicaban una agricultura
simple o se dedicaban a la caza y la recolección, los mayas, aztecas e incas
construyeron complejas obras de riego, aplicaron técnicas agrícolas y organizaron
Estados teocráticos, también inventaron un calendario de 365 días (mientras que
Europa se guiaba por el gregoriano, menos exacto que el maya) y un alfabeto.
Pero
quizás, lo que más se destaca es la ciudad de Teotihuacán que en el año 500
D.C. era la ciudad más grande del mundo con 200.000 habitantes. Los aborígenes aseguraban sus
alimentos y demás bienes necesarios para vivir, a través de relaciones de
reciprocidad y redistribución. La primera, consistía en la práctica de la
solidaridad y ayuda mutua entre los miembros de la comunidad. Se ayudaban entre
sí a cultivar y a cosechar, mientras quela redistribución, consistía en el
cobro de fuertes tributos en productos y en trabajo que eran contabilizados
para determinar en qué zonas sobraban o faltaban alimentos para luego distribuirlos en las poblaciones más
necesitadas. Esto confirma el espíritu comunitario de los pueblos aborígenes americanos.
La Invasión
Al
llegar el invasor ibérico con toda su maquinaria bélica y su ideología despectiva
de superioridad, comienza a construir al "indio" como ser inferior, bárbaro.
Por lo general, antes de la conquista de América, el conquistador hacía
suya la cultura del conquistado, al mismo tiempo que enriquecía la de éste.
Todo lo contrario ocurrió en América, el conquistador y el conquistando se presentan
como oposiciones cerradas, imposibles de sintetizar. El conquistador no quiere ser
asimilado, pero tampoco asimilar.
Busca
imponerse manteniendo su propia identidad, no quiere ser identificado con los
hombres y pueblos que ha sometido. Los conquistadores ibéricos trataron de
imponer su cultura y de extirpar la aborigen, ya que era vista como "demoníaca".
Los europeos no pudieron desarraigar la cultura aborigen, pese a que destruyeron
templos, dioses y otras expresiones culturales. Debido a este fracaso, se planteó
otra estrategia: la cristianización. Los ibéricos intentaron buscar
una justificación filosófica y moral para la conquista. La encontraron en
Aristóteles que decía: "Algunos seres desde el momento en que nacen, están
destinados, uno a obedecer y otros a mandar". Según esta visión, no todos
los hombres son iguales, sino distintos por naturaleza. Aristóteles afirmaba:
"La naturaleza... hace distintos los cuerpos de los hombres libres y de
los esclavos, dando a éstos el vigor necesario para las obras penosas y haciendo
a los primeros incapaces para los trabajos duros". O sea, que los indios
sabían hacer, estaban capacitados, pero no sabían cómo; quien se lo debía
decir era el europeo. Ante todo esto, la iglesia católica creía que los errores
paganos debían ser desarraigados y la verdad cristiana impuesta a toda costa.
Hubo
numerosos teólogos, como Juan Guinés de Sepúlveda, que estuvieron de acuerdo
con la conversión forzada de los indios, mientras que otros como Bartolomé de
Las Casas, sólo aceptaban la persuasión como único medio para la
evangelización. Pero nadie reconoció en aquella época el derecho delos
indígenas a mantener su propia religión. Juan Guinés de Sepúlveda decía que los
indios no fueron creados por Dios y que no son personas ya que viven fuera de la "ley natural", debido a su comportamiento. Dicha ley
establece que lo perfecto domina a lo imperfecto, por lo que, la supuesta superioridad
de los españoles será el derecho a dominar y a conquistar al indígena.
Sepúlveda también afirmaba que los aborígenes estaban mucho más abajo que lo
humano, cercano a lo animal. Decía que eran débiles, cobardes, tímidos y
carecían de virtud. Todo lo contrario pensaba Bartolomé de Las Casas, que
creía que, si bien el indio era débil, también era un hombre y como tal,
ante los ojos de Dios, era igual que un español, por lo cual este último debía
cuidarlo y educarlo. Pero más allá de estas teorías, lo que ocurrió en América
fue un verdadero genocidio seguido de un fuerte etnocidio, muy importante para
la construcción del indio como ser inferior.
Consecuencias De
La Invasión
Es
relevante tener en cuenta que en 1492, la cultura ibérica no era necesariamente
moderna y racionalista, ni tampoco quienes manejaban el aparato colonizador; ni
los invasores, eran precisamente una luminaria, sino más bien, estaban
influenciados por la religión y la intolerancia que se desprendía de ésta,
debido a lo cual sólo podían mirar a los indios a través de su estrecho prisma
cultural. Los indios tenían que ser convertidos a la religión verdadera, pero a
cambio de su oro y sus tierras. En caso de la más mínima
resistencia se recurría a la violencia, esto ocurría con vertiginosa frecuencia,
ya que los conquistadores justificaban a través de la religión la explotación,
la esclavitud y los malos tratos. Toda esta violencia y esta masacre terminaron
por convertir a los aborígenes en indios, ya que ellos mismo se convencieron de la superioridad europea. Las atrocidades
realizadas por estos últimos no se pueden explicar solo por la codicia y el poder,
sino también por una construcción de los indios por los españoles, como seres
inferiores, a medio camino entre lo humano y lo animal, como pregonaba
Sepúlveda.
La
conquista y colonización de América se refiere al proceso
histórico por el cual diversas potencias europeas conquistaron y establecieron
sistemas de dominación colonial en el continente americano, desde finales del
siglo XV hasta el siglo XIX. Este proceso implicó la desaparición de los grandes
imperios americanos, particularmente el Imperio inca y el Imperio azteca, así como
el colapso demográfico de la población americana. Simultáneamente, las
potencias coloniales impusieron el uso generalizado de idiomas europeos en América,
principalmente el español, el inglés y el portugués.
El Trabajo Indígena
A
partir de la llegada de los europeos a América, las condiciones de vida de los indígenas americanos se deterioraron notablemente. Fueron
obligados a realizar trabajos muy duros; se les quitaron sus tierras (algunos pueblos
fueron trasladados por la fuerza a otros lugares); ya no pudieron trabajar en
comunidad para asegurar la subsistencia de todo el grupo. La mortalidad aumento
por este deterioro general de las condiciones de vida y porque muchos fueron exterminados
murieron debido a epidemias de enfermedades introducidas por los europeos, como
la viruela.
Los
que sobrevivieron y sus descendientes se fueron incorporando de diversas maneras
a las nuevas sociedades americanas, y en la mayoría de las veces realizando
trabajo poco calificados, en situación precaria y con baja remuneración.
Desde
entonces, la mayoría de los descendientes de los aborígenes han vivido en
condiciones de pobreza en áreas rurales (como por ejemplo en Colombia, Guatemala,
México, Perú, Paraguay, Ecuador o Bolivia) o en reservas (este tipo de
asentamientos se ha organizado sobretodo en los países anglosajones). Hoy es
cada vez mayor la cantidad de aborígenes que viven en ciudades. Su objetivo es
encontrar trabajo y mejorar sus ingresos; pero en la ciudad es más difícil mantener
las propias costumbres y valores culturales. Por otra parte se han
desarrollado distintos movimientos y organizaciones que procuran reivindicar
sus derechos y sus culturas, algunos gobiernos se han preocupado por mejorar
las condiciones de vida de la población aborigen y por reconocer algunos
derechos, como el de aprender en las escuelas en su propia lengua además de
hacerlo en la lengua oficial.
CONTEXTO HISTÓRICO VENEZOLANO
Los pueblos indígenas que en la actualidad habitan territorio
venezolano, desciende de los grupos que ya se encontraban en el territorio del país
en el momento del arribo de los colonizadores.
Una de las características de estos pueblos es, haberse mantenido relativamente
aislados, han preservado en mayor o menor medidas las costumbres de sus
antepasados. Cada pueblo indígena ocupa un territorio que, de acuerdo a sus creencias,
les fue otorgado por los Dioses. Son lugares sagrados a los que les deben
cuidado y respeto y en los que viven organizados en pequeñas comunidades o poblados.
Estas comunidades generalmente son independientes económica y políticamente
unas de otras, aunque mantienen entre sí estrechas relaciones sociales. Los
cabeza de familia o jefes de cada una de las familias de la comunidad,
conforman una especie de consejo reconocido como la máxima autoridad, entre los
miembros de ese consejo se escoge uno de ellos para que los represente en sus
relaciones con otras comunidades. Estos jefes basan su poder en el prestigio
que les proporciona su conocimiento sobre la historia sagrada, rituales y
ceremonias, técnicas de caza y pesca, construcción de viviendas, comercio, etc.
A su sabiduría deben agregarse la ecuanimidad, la tolerancia y el buen juicio.
Su liderazgo es reconocido por todos, pero no pueden imponer su voluntad, ni
ejercer su poder sobre los otros miembros de la comunidad. En algunas etnias la
autoridad se transmite de padres a hijos dentro de un mismo grupo, las decisiones que afectan a la comunidad son tomadas
de forma unánime en asambleas, luego de que cada uno de los miembros adultos ha
dado su opinión al respecto. En general, las sociedades indígenas de ahora, como las de nuestros antepasados, son sociedades profundamente
democráticas en las que los alimentos, el trabajo y las diferentes
responsabilidades que garantizan el bienestar de la comunidad son compartidas
por todos sus miembros. Así vemos como son los hombres quienes se encargan
entre otras actividades de talar, limpiar y preparar el conuco y construir las
viviendas, además cazan y pescan, aunque en esta actividad también suelen
participar activamente las mujeres y los niños. Las mujeres, por su parte,
se ocupan dela preparación de los alimentos, del cuidado de los niños y de
garantizar la provisión diaria de agua y leña. También se ocupan del hilado del
algodón, tejen cestas y chinchorros, así como collares y otros adornos que utilizan en su atavío personal.
Ellas son las responsables del conuco y del fuego del hogar.
Los ancianos son responsables de los ritos y las
ceremonias, deben conocer a la perfección la historia sagrada, y narrar sus
enseñanzas a los más jóvenes para mantener viva la tradición. La educación está basada en el ejemplo.
Los niños y jóvenes colaboran con
sus padres y tíos en las distintas actividades que realizan, los adultos los orientan siempre con mucha
paciencia y tolerancia, sin recurrir jamás al castigo físico. De acuerdo al censo
indígena de 1992, la población indígena de Venezuela alcanzó la cifra
de 315.815 habitantes, lo cual representaba para entonces el
1.5% de la población total del país. En el año 2001 se realizó el XIII censo
general de población y vivienda, que por primera
vez incluyó el censo de
comunidades indígenas el cual arrojó un
total de 354.400 personas pertenecientes a un grupo indígena, y el censo de las
comunidades indígenas, en el cual se registraron 178.383habitantes. Ambas
cifras arrojan un total de 523.783 habitantes indígenas distribuidos en todo el territorio
nacional, que representa el 2.3% de la población nacional. Según el censo de
1992, en Venezuela se encuentran 28 etnias ubicadas en diez estados: Amazonas, Anzoátegui,
Apure, Bolívar, Delta Amacuro, Mérida, Monagas, Sucre, Trujillo y Zulia. Las 28
etnias son las siguientes: Akawayo, Añú, Arawak, Baré, Barí, Baniva, Eñepa, Guajibo
(Jivi), Jodi, Kariña, Kurripaco, Mapoyo, Pemón,Pumé, Piapoko, Piaroa, Puinave,
Sáliva, Sape, Uruak, Warao, Warekena, Wayuu, Yavarana, Yekuana, Yeral, Yanomami
y Yukpa. La población indígena según el censo de 1992, representaba el 1.5% de
la población total del país y los grupos
étnicos con mayor volumen de población era: Wayuu 63 %, Warao 9
%, Pemón 7 %, Añú 7 %, Yanomami 6%, Guajibo 4 %, y Piaroa 4 %.
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA DE LOS PUEBLOS
INDÍGENAS EN VENEZUELA.
Ubicación
Geográfica: Amazonas:
Baniva,
Baré, Cubeo, Jivi, Jodi, Kurripako, Piapoko, Pinave, Sáliva, Sánema, Piaroa,
Yanomami, Warekena, Yabarana, Yekuana, Mako.
Anzoátegui: Kariña, y Cumanagoto.
Apure: Jivi, Pumé, y Kuiva.
Bolívar: Uruak, Akawayo, Arawak, Eñepa, Jodi, Kariña, Pemón, Sape, Piaroa, Wanai,
Yekuana y Sánema.
Delta
Amacuro:
Warao,
Arawak.
Mérida:
Wayuu.
Monagas: Kariña, Warao, Chaima, Cumanagoto.
Sucre: Kariña, Warao, Chaima, y Cumanagoto.
Trujillo:
Wayuu.
Zulia: Añú, Bari, Wayuu (Guajiro), Yukpa y Japreria.
Datos
Etnográficos De Los Pueblos Indígenas De Venezuela Los Akawayo:
También
conocidos como Kapon, están ubicados en la frontera del estado Bolívar con
Guyana y su población se estima en 811 habitantes. Pertenecen a la familia
lingüística Caribe.
Los
Añú:
Son
un grupo de la filiación lingüística arawak. Actualmente se concentran en
el noroeste del Estado Zulia, tanto en rancherías palafíticas como en tierra
firme. Son aún gente de agua y excelentes pescadores, son especialista en la fabricación
de canoas, cultivan cocos en tierras fértiles dela zona, lo cual usan como
medio de subsistencia y producción. La mayoría de los Añú han dejado de hablar
su lengua y sólo hablan el español.
Los Arawak:
Son
un grupo de filiación lingüística arawak, son conocidos como Arauco y Lokono.
Habitan en el estado Delta Amacuro, Bolívar y la Guayana Esequiba. Se estima
que son unos 159 individuos. Algunas comunidades son trilingües, hablantes del
inglés, español y Lokono. Según el censo, su situación lingüística es bastante favorable,
porque prácticamente toda la población sería bilingüe, lo que permitiría
suponer que el aprendizaje del español no ha desplazado el uso y conocimiento
de la lengua materna.
LosBaniva:
La
lengua Baniva pertenece a la familia lingüística arawak, y está íntimamente relacionada
con las de los Bare, Tsase (Piapoko), Warekena y Wakuénai (Kurripako).
Los
Baré:
Baré
significa, según algunos estudiosos, "compañero", mientras otros
piensan que la palabra podría derivar de “Barí”, que significa "hombres
blancos". Hablan una lengua que pertenece a la familia lingüística Arahuaca,
y que el cruento proceso de aculturación ha hecho desaparecer casi por
completo. El territorio tribal Baré se extendía desde Manaos, a todo lo largo
del Medio y Alto Río Negro y el Brazo Casiquiare, hasta algunas rancherías en
el río Pacimoni. Situada en los límites del imperio español y portugués, la
región fue escenario de continuas migraciones y disputas.
Los Barí:
Son
los únicos representantes en Venezuela de la familia lingüística Chibcha. Se
encuentran ubicados al suroeste de la cuenca del Lago de Maracaibo, en la sierra de Perijá, Estado
Zulia. Antiguamente se les conocía como “motilones bravos”. Su población se ha
calculado en unos1520 individuos.
Los Chaima:
Tenían
su asiento en las montañas del Guácharo (hoy Caripe). Junto a los cumanagoto, se
autodenominaban Choto (gente, persona humana) y hablaban dialectos de una lengua
común que les permitía comunicarse entre sí. En la actualidad, aunque su lengua
ya no se habla, no se ha perdido, puesto que fue estudiada y recogida en
algunos textos por los colonizadores. En tiempos recientes, este material fue
ubicado en el Archivo General de Indias y está siendo estudiado por un grupo de
chaimas interesados en la revitalización de su lengua y su cultura. Sin embargo,
aunque su lengua no haya sido recuperada del todo, lo más importante es el auto
reconocimiento como indígenas chaimas y el interés que manifiestan en recuperar
su identidad.
Los Cumanagotos:
El
sufijo goto, significa habitante de, morador de, de modo que cumanagoto parece
significar habitante de Cumaná. Estaban ubicados al norte del estado Anzoátegui. La actual población rural de
ascendencia Cumanagoto conserva una conciencia vaga de su condición indígena.
Se refiere a sí mismo diciendo: “Nosotros los indios”, pero este vocablo es
utilizado como sinónimo de campesino pobre. Se han olvidado de su origen, de la
lengua de sus abuelos, del nombre tribal y de las antiguas estructuras rituales
y míticas. El género de vida y las costumbres campesinas de la región
conservan, muchos rasgos aislados de la cultura Cumanagoto. La aculturación es, sin duda alguna, antigua. La industria del algodón
correspondía a las mujeres e incluía el hilado, el tejido y el teñido
de la fibra con un colorante vegetal. Poseían husos para hilar y telares
verticales que usan todavía algunas mujeres descendientes de Cumanagoto. También
subsisten algunas alfarerías tradicionales, muchos recipientes (platos, vasos, cucharas)
se hacían con calabazas y taparas, que todavía se usan. La cestería es otra
expresión de cultura material que todavía existe entre los descendientes de los
Cumanagotos. El mamure es el mimbre más usado, con el que elaboran cestas,
Los Eñepa:
Es
un grupo de filiación Caribe, tradicionalmente llamado panare en la
literatura etnográfica. Ocupa un vasto territorio de alrededor
de20.000 Km.² ubicado en la parte noroccidental del Estado Bolívar, con un pequeño
enclave en el Estado Amazonas. El censo de 1992 determinó que había 3.134
individuos para entonces, constituyendo un grupo pequeño, comparado con los
demás grupos caribes del Estado Bolívar. Sin embargo, representaba hasta hace
poco tiempo una de las etnias culturalmente más vigorosas de este estado, no
sólo por encontrarse en franco crecimiento demográfico sino también por su
resistencia a la aculturación, ya que a pesar de tener contactos
permanentes con la sociedad desde hace un siglo, son todavía monolingües
en su mayoría y muchos de ellos siguen viviendo de su economía
tradicional: agricultura, pesca, caza en menor grado, recolección y artesanía.
El desarrollo acelerado de esta región en los últimos años debido a la
explotación minera intensiva (bauxita y diamante principalmente), la construcción
de extensas carreteras en particular la que une a Caicara con Puerto Ayacucho, así como la presencia misionera, han comenzado a
perturbar sus creencias, hábitat, aspiraciones, logrando quebrantar severamente
su vigor étnico.
Los Pemón:
Constituyen
el tercer grupo indígena numéricamente más importante en el país y forman parte
de la familia Caribe. Su nombre se traduce como “gente” y les sirve para
distinguirse de la población criolla y de otros grupos indígenas. Habitan
en la región sureste del estado Bolívar.
Los
pemón se dividen en tres subgrupos, atendiendo principalmente a sus variantes
dialectales: Kamarakoto, Taurepán, y Arekuna. Aunque no se pueden establecer delimitaciones
geográficas rígidas, los Arekuna se concentran
en la zona norte del territorio Pemón, los Taurepán se ubican hacia el sur, en
dirección este-oeste en la boca del río Maurak, y los Kamarakoto se encuentran
en la región de Kamarata y Urimán. La mayoría de las comunidades de este grupo
étnico están asentadas en área de sabana, en las proximidades de ríos y
bosques. La principal actividad de subsistencia es la agricultura itinerante y
de tala y quema, con la cual se elimina la vegetación de pequeños bosques para establecer
los conucos. En ellos cultivan la yuca amarga y dulce, el ají, el mapuey, la
batata, el ocumo, el plátano, el ñame y la piña. Basan su alimentación en la
yuca amarga, de la que obtienen almidón, casabe y kashiri, una bebida con alto
grado alcohólico. La economía, en algunas zonas, también está basada en la
minería. A los hombres les corresponden las tareas como la tala para los
conucos y las labores de cacería. Las mujeres realizan las tareas relacionadas
con la siembra y cosecha de los conucos y la preparación de alimentos.
En
general, son monógamos pero está permitida la poligamia. Son excelentes
artesanos: la cerámica Pemón es de la mejor elaborada, y por ende, sus ollas constituyen
un producto tradicional de comercio. Además, tejen chinchorros y cestas de fibras
vegetales. Algunos de ellos participan en el turismo. Construyen tres tipos de vivienda:
la maloca o waipá, el tapuy y el tapuruka. La más común es la waipá, una
casa redonda de tipo habitacional con suelo de tierra apisonada,
paredes de bahareque y techo de palma y, con una o dos puertas de entrada y con
pocas ventanas. También viven en churuatas. Los Pemón son muy alegres, festivos
y cordiales.
Los Wanai (Mapoyo):
Están
ubicados al norte del estado Amazonas y se presume que no llegan a los
doscientos individuos. Existen apenas unos diez hablantes de su lengua, los cuales
pertenecen a generaciones ya adultas y sin contexto para su utilización. Por su
precaria situación esta etnia está actualmente protegida por la Ley de Protección
y Defensa del Patrimonio Cultural que establece entre las disposiciones relativas
a la defensa del patrimonio viviente del país, la atención a la cuestión de la lengua
y el habla de los pueblos indígenas.
Los Warao:
Habitan
en los estados Sucre, Monagas y Bolívar. Se autodenominan Warao, término que unos
traducen cono “dueños de la canoa” y otros como “gente sobre agua”. Ambos
reflejan la característica más resaltante de este grupo étnico que ha desarrollado
una cultura adaptada al medio ambiente acuático, siendo la curiara el elemento inseparable
de su vida. Su idioma es el Warao, clasificado como independiente por algunos
autores, mientras que otros intentan emparentarlo con el tronco chibcha. El
grueso de la población Warao está asentado en la zona costera del Delta Central.
Sus poblados se hallan ubicados a la orilla de los ríos y su vivienda sigue
siendo el tradicional palafito sin paredes, aunque hoy en día cada vez se ven
más viviendas con paredes de tabla.
Los
Warao son pescadores por excelencia, pero también cazan, recogen frutos
silvestres y, sobre todo, explotan la palma de moriche que, durante siglos, fue
el centro principal de su subsistencia. También cultivan algunos productos, entre
los cuales destaca el ocumo chino. Estas eran y siguen siendo sus actividades
básicas de subsistencia. En la actualidad, algunos Warao se dedican al corte de
madera y de la palma manaca que venden a los aserraderos y a las fábricas de
palmito de los criollos ubicados en territorio Warao.
Los Warekena:
Warekena
significa “nietos del picure”, animal sagrado del cual se consideran
descendientes. Esta etnia se desprendió de un grupo social más amplio
conformado por los Tariana, Bare, Tsase y Wakuénai, lo cual se evidencia en la extraordinaria
similitud lingüística y cultural que guarda con ellos. Pertenecen a un tronco
lingüístico común, el Arahuaco. Esto se evidencia en la facilidad que tiene el
Warekena para aprender otras lenguas y no sólo del grupo Arahuaco. Por lo
general, además de tres o cuatro lenguas indígenas, dominan el castellano, el
portugués y el yeral, una lengua franca de la región que mezcla castellano,
portugués y varias lenguas indígenas del grupo Arahuaco. La lengua Warekena
está hoy casi extinta y han adoptado la lengua de los Baniva, grupo con el que
comparten muchos rasgos culturales. La población Warekena habita principalmente
en la comunidad de Wayanapio Guzmán Blanco, a orillas del Guainía-Río Negro y
en algunos sitios del caño San Miguel o Itini-Wini. Sin embargo, muchas
familias emigraron hacia el Orinoco.
Los Wayuu:
También
conocidos como guajiro, son el mayor pueblo indígena del país. Su filiación
lingüística es Arawak, y su territorio tradicional abarca la península de la
Guajira. En el siglo XIX se inició el traslado de mano de obra Wayuu en goletas
desde su península hasta el sur del Lago de Maracaibo para trabajar en las
haciendas de caña de azúcar. Pero fue realmente el desarrollo de la economía
petrolera en el Zulia lo que estimuló la emigración de estos indígenas hacia
las tierras zulianas. En 1944, el gobierno regional construyó en Maracaibo el
barrio de Ziruma para reubicar varios centenares de Wayuu que se habían
asentado en el norte de la ciudad. La atracción ejercida por la capital zuliana
no se ha interrumpido y, hoy, más de 60.000 Wayuu residen en sus barrios.
Igualmente, en las últimas décadas, los Wayuu se han ido estableciendo en las
zonas rurales al norte de Perijá y el sur del Lago, donde desempeñan un papel
importante en la actividad agrícola y ganadera de esas regiones. A la vez, se
ha podido observar recientemente el surgimiento de núcleos Wayuu en otros
centros urbanos como Barquisimeto, Valencia, Maracay
y Caracas. En cuanto a sus costumbres los hombres de las más
apartadas regiones visten el guayuco; las mujeres, en casi todos los lugares
donde se encuentran, su manta guajira. Son sedentarios y semi nómadas y
presentan un alto grado de aculturación debido al contacto con pueblos vecinos
de criollos venezolanos, colombianos y otros extranjeros. Su economía está
centrada en la pesca yen la cría de ganado ovino, caprino, porcino y vacuno.
Quienes se han asentado en las ciudades trabajan como técnicos o profesionales
en los sectores público y privado. En épocas de lluvia siembran maíz, frijoles,
patilla y melones. Son buenos artesanos y se dedican a la cerámica,
la cestería, el hilado, el tejido de tapices, hamacas, chinchorros y
alpargatas. En la Guajira, los Wayuu viven en pequeños asentamientos de casas dispersas,
cerca de un pozo de agua permanente, habitados por familias emparentadas
regidas por un sistema matrilineal, cuyo jefe es generalmente el tío materno
llamado taula la. Todos los miembros vinculados entre sí por lazos de
consanguinidad por la línea materna, llamados apushi, son los parientes
"de carne" y pertenecen a una casta cuyo nombre por ejemplo: Uriana,
Epieyú, Jusayú, etc. estos los utilizan como nombre propio, y suelen identificarse
con ciertos espacios geográficos en la península.
Los cambios ocasionados a través de su largo contacto con la sociedad criolla, han
quebrantado su bien definida identidad étnica dentro del contexto nacional. Es indudable
que sus fuertes vínculos familiares, la conservación de su integridad
territorial y el gran tamaño de su población (295.577 en Venezuela y Colombia) son
factores que los ayudaron a conservar su lengua, organización social y
política, religión, y muchos otros patrones. El futuro de esta etnia está asegurado
por la proporción significativa alcanzada por ella.
Los Wotjuja (Piaroa):
Son
un pueblo de filiación lingüística saliva, cuyas comunidades se encuentran
dispersas en un territorio comprendido entre Punta Piaroa en el Alto Orinoco y
Los Pijiguaos en la cuenca del río apure. Hasta hace unos cuarenta años
utilizaban casi todos los elementos tradicionales de su cultura material:
hermosos guayucos blancos de algodón finamente adornados, casas comunitarias de
forma cónico elíptica cuyos techos de palma llegaban hasta el suelo, cerbatanas
cuyas flechas eran humedecidas con curare, pinturas vegetales, embarcaciones
monóxilos y canaletes. Hoy ha cambiado mucho su cotidianidad.
Los Yanomami:
Las
comunidades indígenas Yanomami viven en la selva tropical y ocupan un
territorio que se extiende a ambos lados de la frontera entre Venezuela y Brasil. Más de la mitad
de los miembros de la etnia Yanomami se encuentra del lado venezolano. Su
nombre significa persona, ser humano. Forman familias extensivas que viven en
SHABONOS construidos de palma, en forma circular y con un gran orificio en el
centro, a cielo abierto. Allí pueden vivir entre 20 y 200personas, dependiendo
del tamaño de su familia, se organizan en torno al fogón La vivienda es de tipo
colectivo pues varias familias u hogares se reúnen para constituir una casa
comunal o "shaBono", espacios cubiertos que están colocados en círculo; en tomo a una plaza central. Los Yanomami construyen sus casas próximas a sus conucos y
cada cuatro o cinco años se mueven para acercarse a nuevas plantaciones. Sus
vidas giran alrededor de sus creencias ancestrales. Forman una sociedad
igualitaria y no jerárquica, pues los chamanes, quienes ejercen la autoridad
moral, no poseen distintivos y entre sus comunidades, funciona el principio de
reciprocidad. Las familias pueden ser monógamas o polígamas, pero en este
último caso cada esposa ocupa su propio fogón con sus hijos. Cuando se amplía
la familia, se añade un fogón más cerca del cual los hijos mayores se instalan. Se puede decir que aproximadamente la mitad de
los casamientos que ocurren entre los miembros de una casa comunal, se realizan
dentro de la misma y la otra mitad en casas vecinas y/o casas aliadas más
lejanas. Las familias que se separan funden otra comunidad sobre el mismo
modelo, pero un poco más lejos. Esas familias pueden también unirse con otra
comunidad aliada y/o instalarse a proximidad. Según su tamaño, las comunidades
están guiadas por uno o varios líderes. Cada comunidad explota un amplio
territorio a fin de obtener los recursos que necesita para reproducirse mientras respeta los territorios de sus vecinos.
Cuando llega la pobreza del suelo, los obliga a
abrir al cultivo a nuevos terrenos cada año Según el ciclo estacional, no es
raro que dejen sus casas y sus conucos e irse a otros cultivos, productos que
abundan en el territorio.
Se instalan, entonces, en campos de selva durante varias semanas, sea en estos
campamentos provisionales o en el SHAPONO. La vida colectiva favorece una vida
social muy intensa y muy animada. Hoy día, el contacto permanente de los
Yanomami con la población criolla de la región amazónica y la invasión
de garimpeiros ha causados, serias modificaciones en el ambiente
y, en consecuencia, en su salud y costumbres tradicionales sociales, políticas,
económicas y culturales.
Los Yekuana:
Habitan
en las regiones del alto río Caura, y ríos Erebato y Nichare del estado
Bolívar; y el alto río Ventuari y ríos Parú, Cunucunuma, Iguapo, Padamo y
Orinoco Medio en el Amazonas. El patrón de asentamiento característico Yekuana
es, pues, ribereño y podría decirse que disperso. Mantienen presencia en la llamada “tierra caliente”, y allí
privilegian más la selva que la sabana para orientar sus comunidades y conucos. Su idioma está clasificado como perteneciente a la familia
lingüística Caribe. La palabra Yekuana simboliza el origen común
del grupo: sus ancestros de acuerdo a la tradición
emergieron del Yekuana Jodo, cerro ubicado en las llanuras adyacentes al
alto río Cuntinamo. A esta etnia también se la conoce comúnmente como maquiritare (término que no proviene
de su lengua). Poseen una economía mixta de horticultura y caza, dedicándose
también a la pesca. La tendencia apunta a que las mujeres se identifiquen
más con las labores del conuco, contando sólo con la presencia masculina
para la quema y el limpiado del mismo.
Los Yukpa:
Son
el único grupo étnico de filiación Caribe que reside en el occidente de
Venezuela. Sus asentamientos se ubican en los valles dela vertiente venezolana
de la Sierra de Perijá, en el Estado Zulia, desde el río Santa Rosa en el sur,
hasta el alto río Guasare, ríos Palmar y Lajas en el norte. El
pueblo Yukpa presenta cierta homogeneidad cultural.
No obstante, las diferencias geográficas de la Sierra de Perijá han
producido variantes dialectales que han contribuido a la formación de un
subgrupo diferente prácticamente en cada valle. Los asentamientos Yukpa se
distribuyen en forma dispersa en la Sierra de Perijá.
Tradicionalmente, estos eran más pequeños que en la actualidad y estaban
conformados por una familia extendida encabezada por su jefe, agrupando varias
viviendas en las que habitaba una familia nuclear en cada una. Muchos yukpas se
han establecido en las tierras bajas al pie de la Sierra, especialmente en la
misión de Tukuko y sus alrededores. La agricultura de tala y quema sigue
siendo su principal actividad de subsistencia, complementada por la caza, la pesca,
la recolección y una incipiente ganadería. El maíz es el cultivo y alimento principal
de los Yukpa, combinado con la yuca dulce, los plátanos y los cambures. En las
últimas tres décadas el cultivo del café se ha extendido por todas las
comunidades, y constituye el cultivo comercial más importante de sus familias.
Los Yukpa comercializan el café a través de su propia
empresa cooperativa establecida en Machiques.
Los Piaroa:
Es riguroso y disciplinado y descarta todo acto de
violencia física o verbal. Su idioma tiene influencias Arawak y Caribe.
Se
ubica a orillas de los ríos Puruname, Sipapo, Autana, Cuao, Guayapo, Samariapo,
Cataniapo, Paria, Parguaza, Alto Suapure, Orinoco, en el valle del Manapiare, cuenca
inferior del Ventuari y cerca de Puerto Ayacucho, estado Amazonas. Según el
último censo hay actualmente 12.558 piaroa. Los piaroa son el vivo ejemplo del
mestizaje, han dejado entrar en su cultura muchos elementos de sus vecinos
criollos, pero a su vez ellos son herederos de las culturas ya extintas de la
zona. De hecho algunas comunidades cuentan todavía con un chamán. Hoy en día
hay docentes y enfermeros dentro de sus comunidades. Hasta hace muy poco
utilizaban casi todos los elementos tradicionales de su cultura, tanto en su
vestimenta con guayucos como en la vivienda (grandes construcciones cilíndricas
cuyo techo de palma llegaba al piso) y en la pesca. Hoy
han cambiado mucho su cotidianidad. La gran mayoría se viste como lo
hacen sus vecinos criollos. La gran churuata tradicional es usada sólo en unas
pocas comunidades, mientras que la mayoría se organiza en casas unifamiliares. Los
Piaroa han sido considerados como buenos comerciantes, de hecho la actividad
comercial con sus vecinos continúa hoy en día; incluso podría decirse que una
buena parte de las frutas y de los productos derivados de la yuca que llegan a Puerto
Ayacucho provienen del comercio con los Piaroa.
Los Kariña
Pertenece
a la familia lingüística Caribe, comparten con otros grupos Caribe-hablantes
elementos de un modelo de estructura social, basado en la familia extendida,
formada por un hombre casado, su esposa, sus hijos solteros y sus hijas
casadas, más los maridos de ellas y sus hijos.
Cada
comunidad es autónoma; las decisiones relevantes se toman por consenso; la figura
es el dopooto o capitán, la cual, ejerce un liderazgo centrado básicamente en
su capacidad de negociación y persuasión. En lo político, destacan la
descentralización, ya que cada aldea o comunidades esa utónoma, y la figura del
dopooto ó "gobernador', cuyo liderazgo se fundamenta en el prestigio
personal; en la extensión de su red de parentesco y en su capacidad de persuasión,
puesto que sus decisiones no son coercitivas sino fruto de un amplio consenso.
No obstante, los Kariña han logrado mantener su identidad étnica como segmento
diferenciado de la sociedad nacional, su idioma, código de expresión
de innumerables contenidos culturales propios y diversas costumbres sociales.
LA FILOSOFIA INDIGENA
Una
enseñanza que nos dejan nuestros antepasados indo americanos es que para la
existencia y la continuidad de la vida, debemos cuidar a nuestra Madre
Naturaleza, nuestros hermanos árboles y animales, así como a los ríos, lagos,
mares, océanos y sobre todo, al aire oxigenado que nos permite respirar y
vivir. Una máxima filosófica Indo americana es: "yo soy tú, tú eres
yo", que nos habla de que todos somos hermanos, hijos del sol y dela
tierra. Esta filosofía de hermandad sólo fue posible en una sociedad en laque
no existió la propiedad privada. Por tanto, los hombres no sólo se trataban
como hermanos, sino que también lo eran, al no estar separados, ni diferenciados
por riquezas materiales.
Por
lo que respecta a sus conocimientos científicos sobre la agricultura, las matemáticas,
las fiestas, etc. las tenían fusionadas con su concepción filosófica acerca del
origen de la vida, tal como lo cuentan sus libros sagrados. Toda filosofía es
una moral. El propósito y la intención del sistema de creencias construyen
una moral. La filosofía indígena nos afirma que "todo está
vivo", "todo es consciente" o "todo tiene un alma";
afirma que hay que actuar como si así fuera. O sea, hay que anteponer el
respeto, porque lo otro tiene el poder de dañarnos. Tal vez se trate de una
moral sencilla, pero muy efectiva, que no requiere de cárceles ni de celadores.
La filosofía indígena procede como si existiera una fuerza vital universal que conecta
a todos los seres vivos, a los accidentes del paisaje y a los fenómenos
naturales.
También
vincula a los vivos con los muertos. Son los chamanes
quiénes poseen el poder de mediadores entre estas fuerzas
espirituales.
REFLEXION SOBRE LA SABIDURÍA
INDÍGENA
La
gente debería pensar en sus palabras como si fuesen semillas. Deberían
plantarlas, y luego permitirles crecer en silencio. Nuestros ancianos nos
enseñaron que la tierra siempre nos está hablando, pero que debemos guardar
silencio para escucharla.
CULTURAS INDIGENAS VENEZOLANAS
Actualmente
los pueblos indígenas que viven en nuestro territorio han adoptado mucho de las
costumbres de la vida moderna al igual que ocurrió en los tiempos de la
colonia, cuando por ejemplo, fueron convencidos en creer en un solo Dios. Los
indígenas que habitan en lugares de difícil acceso, como las selvas, mantienen
vivas sus costumbres ancestrales mientras que a situación de otros es diferente;
se le utiliza fines particulares en la explotación de la tierra. Al igual que
en el pasado, estas comunidades se ven afectadas también por el impacto
ambiental que generan las diferentes actividades económicas que se realizan en
los espacios donde habitan. En vista de esta situación se han organizado en
grupo de prisión siguiendo el ejemplo de otros países, donde gracias a sus protestas
y peticiones se le han reconocido sus derechos, entre los que se incluye el
respeto a su territorio, lenguas y costumbres. En la actualidad, nuestra comunidad
indígena participa de manera activa, a través de sus representantes en la
Asamblea Nacional, en las decisiones económicas, políticas, sociales y
culturales, conjuntamente con el resto de la población venezolana.
LA ORALIDAD, TRANSMISORA DE CULTURA
Para
la opinión pública mundial, todas las sociedades indígenas continúan siendo
primitivas, atrevidas, salvajes, incivilizados, pobres en manifestaciones
cultural, virtualmente carente de lenguaje articulado y en si condenados a desaparecer;
esta concepción se refleja a los sistemas educativos regando la especificidad
de cada cultura indígena. En la actualidad los miembros de las culturas orales
están sujetos al mundo de la escritura, guiado por el principio de que en esta
época ya es imposible que las sociedades indígenas sigan permaneciendo aislados
entre sí, autocráticas y autosuficiente. En las sociedades indígenas el
saber es transmitido de manera oral. La participación del individuo en la
producción cultural es distinta, en efecto son los individuos quienes
producen nuevos intentos técnicos, cantos, historia, etc., para ser integrados
en la cultura tienen que ser aprobados y aceptados por el grupo, por ejemplo:
si una persona produce un canto, este puede ser escuchado por otros y
transmitido de boca, en boca, hasta que todo el grupo lo cante: este canto se
vuelve patrimonio del grupo.
LENGUAS INDIGENAS
Muchas
de las lenguas indígenas de Venezuela se
encuentran amenazadas y/o en peligro de extinción. Las dos familias
lingüísticas con el mayor número de idiomas son la Arahuaca y la Caribe. Según datos
disponibles del último censo indígena (1992) y vivienda de 2001, en Venezuela
se habla al menos 31 lenguas indígenas, de los cuales 25 se agrupan en siete
familias lingüísticas, y los otros 6 no prestan parentesco reconocible con
otras lenguas y por lo tanto se consideran lenguas aisladas. Venezuela cuenta con
algo más de treinta lenguas y culturas indígenas, ninguna de las cuales es
desconocida, gracias a un importante número de investigadores, algunos de ellos
indígenas, quienes han desarrollado la mayor parte de su labor en los últimos
cincuenta años. No obstante, la riqueza de estas manifestaciones es tal que aún
falta extender y profundizar mucho más esta labor, antes de poder afirmar que
poseemos un conocimiento realmente sólido de este campo, por lo que se hace necesario
seguir investigando y emplear en grado creciente las nuevas tecnologías electrónicas
y computarizadas para la recolección y análisis de nuevos textos emergentes, a
veces muy distintos a los ya conocidos. Las grandes familias lingüísticas representadas
en las etnias de Venezuela son la arawak, Caribe, chibcha y tupí-guaraní, ya
que la familia timote parece haberse extinguido en la primera mitad del siglo
XX en los Andes venezolanos. Las lenguas arawak son las más numerosas: el wayuu
(guajiro) y el añú (paraujano) en el estado Zulia; el lokonó o arawako, en el estado
Delta Amacuro. El resto de las lenguas arawak se encuentran en el estado
Amazonas, el tsaase o piapoko, el kurrim o kurripako, el baniva, el yavitero
(casi extinto), el wakena y el baré. Las lenguas Caribe: Yukpa y japreria, en
el estado Zulia; el Kariña en los estados Anzoátegui, Bolívar, Monagas y Sucre;
el pemón, en el estado Bolívar; el eñapa o panare, en el estado Bolívar; el
mapoyo, y el yekuana, en los estados Bolívar y Amazonas; el yabarana, en el
estado Amazonas.
La
familia chibcha en Venezuela está representada por la etnia barí, en el estado
Zulia, y algunos agregan a los tunebo, quienes ocasionalmente aparecen en la frontera
colombo-venezolana.
El
tupí-guaraní tiene como único exponente el geral, suerte de prolongación de la
etnia del mismo nombre que puebla distintas subregiones del norte de Brasil.
Por
otra parte, en Venezuela abundan las lenguas indígenas independientes, vale
decir no afiliables a ninguna de las grandes familias conocidas: el Warao, en
los estados Delta Amacuro, Monagas y Sucre; elSapé y Arutaní, Semiextintas, en el
estado Bolívar; el Sanemá y el Yanomami,
integrantes de una sola familia, en los estados Bolívar y Amazonas.
El
Jivi o Guajibo, en los estados Apure y Amazonas; el Jiwi o Cuiba, muy
emparentados con el anterior, en los estados Amazonas y Apure; el Piaroa, en
los estados Amazonas y Bolívar; el Puinave, el maco (parecido al Piaroa) y el
Sáliva (al norte, en los límites con Colombia), en el estado Amazonas; el Pumé
o Yaruro, en el estado Apure.
ORGANIZACIÓN SOCIAL Y POLÍTICA DE
LOS INDÍGENAS DE VENEZUELA.
Es
importante resaltar que la mayoría de las etnias, pueblos originarios, se han
adaptado a la convivencia a la población criolla, aunque aún mantienen su identidad
étnica, el idioma y los valores culturales, ancestrales, entre otras muy
diferentes a aquellos indígenas que han sido atraídos por ciudades como: Maracaibo,
Tucupita, Puerto Ayacucho y Caracas, en donde viven en esta ciudad algunos en
condiciones deplorables y constituyen parte de la población urbana marginal. Como
toda comunidad humana, los indios tenían una organización que les era peculiar,
propio de ellos; su organización social, no era igual en todos los lugares venezolanos,
pero sí disponía de rasgos generales comunes, solo se caracterizan por poseer
formas de vida y organización distintas de las sociedades Modernas e
industrializadas a continuación se nombraran algunas de sus formas de sistemas
en lo SOCIAL Y POLITICO: Los Pueblos Originarios de Venezuela, se caracterizan
por poseer armonía con el entorno, tener capacidad de adaptarse y obtener
de él, los recursos necesarios para la subsistencia.
Según
investigaciones arqueológicas, se especializaron en actividades como la caza,
que requería de grandes habilidades físicas y mucho arrojo, y por esta
razón, el liderazgo de los pueblos recaía en los hombres más fuertes,
capaces para procurar los alimentos. Unas de sus características predominantes,
es el matrimonio de los indígenas, este le daba un orden a su vida social, pues
lo más importante erala familia, la cual definía las costumbres de la vida
en común de los indígenas, era extensa y a veces una sola formaba una gran
población. En la región de Guayana, tiene predominio esta clase de familia por
ser extensa, en la cual la madre lleva el peso de los quehaceres domésticos y
ejerce una cierta autoridad. Por eso a las residencias de esos pueblos se les
llama Matri-locales pero, aunque todos los pueblos presentan este origen común,
cada uno de ellos ha desarrollado su manera de ser, adecuándose a sus condiciones
particulares de vida, como a ellos les parezca. En su organización política
cuentan con un consejo de ancianos. En algunos grupos este consejo se elige una
autoridad especial, en ocasiones esta autoridad es llamada el Piache o Chaman o
Brujo de la Tribu. Los jefes guerreros, conductores de los enfrentamientos
entre pueblos indígenas, desarrollaron rivalidades contra otros grupos, algunas de las
cuales generaron guerras y matanzas. De allí los grandes estrategas y los valiosos
guerreros llegaron a ocupar cargos de jefatura, especialmente en los pueblos de
las familia Caribe, que eran más dados a iniciar guerras y a desplazar sus tierras
a otras aun invadiendo a otros grupos, estos en especial los Caracas familia
Caribe, elegían los jefes temporales solo para acciones guerreras especificas,
por lo general se escogían jóvenes que habían probado su destreza en acciones
de caza, y conocedores de hábitat.
Algunos
carecían de gobernantes y otros grupos si tenían jefes, quienes después de la conquista,
serian identificados con el nombre genérico de “Cacique”, era el que destacaba
por su capacidad combativa, el cual era escogido por consenso y participaban
todos los miembros de la comunidad, como las mujeres e incluso los niños. Algunos
pueblos eran pacifistas y se escogía un jefe, al que poseía mucha experiencia
de conocimientos religiosos y el que mediaba con otros pueblos para usar y
aprender de otras costumbres, eso hacía que tuvieran relaciones constantes con otras
etnias.
Tenían
diversas organizaciones sociales y políticas, pues predominaban formas de
liderazgo más locales, más igualitarias y no poseían Estado, cosa que los
diferenciaba de otros pueblos étnicos como los de México, Centro América y del
Sur. Después de la colonización los jefes de los pueblos guerreros, se hicieron,
más notorios porque condujeron a sus pueblos en lo que ahora se ha denominado
“la Resistencia Indígena”, es por ello que la mayoría de los Caciques quedaron
registrados en nuestra historia ancestral. Poseen una organización casi
perfecta, pues modificaron su paisaje, con el fin de adaptarlo a sus
necesidades, crearon formas de infraestructura, viviendas construidas como apoyo
de la actividad agrícola, para resguardarse de la lluvia o del sol, y de los
peligros a los que estaban expuestos en la selva, por ejemplo las viviendas
hasta nuestros días son muy populares: La Churuata, La Choza (estas se
usan en el presente en los restaurantes), Palafitos y los Shabono; también
vencieron distancias con la elaboración de medios de trasporte como las Canoas,
con base a conocimientos previos de la naturaleza, de sus productos y para
tener contacto con las comunidades más lejanas. Cada mujer de la tribu, no
podía tener la cantidad de hijos que pudiera o quisiera, pues solo podía
trasladar los que pudiera llevar de un lugar a otro.
SISTEMA ECONOMICO (SISTEMA DE
PRODUCCIÓN).
Todas
las comunidades indígenas de Venezuela, desde sus orígenes, tuvieron y han
tenido sus formas ancestrales, propias o autóctonas de producción.
Por
muchos años fueron los dueños de los medios de producción, hasta que llego la
Colonia.
Por
supuesto que esos medios de producción: La tierra y otros fueron ordinarios,
rústicos y sin la posibilidad, de utilizar medios tecnológicos inexistentes en nuestras
tierras en esos tiempos, para modificarlos o mejorarlos para un mejor
rendimiento.
Crearon
una artesanía indígena, basaban su alimentación en la agricultura, la caza y la
pesca; y de ella pudieron vivir por mucho tiempo hasta que los imperialistas de
aquel tiempo los despojaran hasta de sus propias vidas. Fueron saqueados del
principal factor de producción del cual disponían a su capricho, como lo fue
las grandes extensiones de tierra por donde merodeaban a sus anchas. Vino
la Colonia y con ella los males que siempre se irradian per se, del sistema de
dominación del hombre por el hombre:
Esclavitud,
Latifundio, Capitalismo, Imperialismo.
Antes
de la Conquista, las comunidades indígenas reflejan su producción creadora en
los complejos líticos ubicados en el período de cazadores; en la cestería, la
cerámica y los trabajos de concha; en los objetos para guardar y preservar los
granos y raíces y en los instrumentos de pesca, testimonios todos de una
producción artesanal que transforma la naturaleza, reflejando la evolución económica
local, es decir, el eco desarrollo", adaptando y creando tecnologías
adecuadas a las condiciones ecológicas de la región. A partir del siglo XVI,
con la conquista y colonización española, se transforman estos modos de producción
y la vinculación de las comunidades indígenas con su entorno.
Los
procesos de transculturación, afianzados con el mestizaje biológico,
inciden en estas comunidades con el desarrollo de los cultivos comerciales del
café y del cacao, característicos de la economía de la Colonia.
"Aunque,
en general, la dieta de las comunidades indígenas continuó prácticamente imperturbable
en lo referente al auto consumo, debían, por otra parte, producir un conjunto
de otros bienes económicos con valor de cambio, creándose así lo que podría
designarse como una doble personalidad social. Este hecho era particularmente
cierto en el caso de manufacturas tales como los tejidos de algodón o de fique,
que si bien constituían una artesanía tradicional, eran consideradas como una
especie de moneda de cambio. Por otra parte, a medida que los indios fueron
perdiendo el control efectivo de sus tierras, su trabajo quedó disponible para diversas
explotaciones económicas, tanto agrícolas como pecuarias y artesanales, abriendo
el camino para el desarrollo de una economía de tipo capitalista, viéndose
también la clase dominante, en posición de exigir al indio como tributo, productos
que no formaban parte de la estructura tradicional indígena.
Los
autores Mario Sanojae Irradia Vargas, clasificaban a los aborígenes de acuerdo
a su modo de producción: Producción pre-agrícola: Se calcula que en esta etapa
se inicio el poblamiento de nuestro territorio. Los primeros grupos humanos
procedían del Amazonas, los Andes y el Caribe, y se dedicaron a
la caza, la pesca y la recolección.
Estos
pueblos eran nómadas y vivían en cuevas. Sus instrumentos de caza eran
fabricados con piedra, huesos y conchas marinas. Durante este periodo, los
aborígenes se asentaron en aquellas regiones donde podían obtener más provecho
de los recursos naturales mediante el trabajo comunitario, como las riberas de
los ríos Orinoco y Amazonas y en los llanos, Algunos grupos aborígenes
comenzaron a practicar el cultivo de maíz y yuca de manera itinerante. Producción
agrícola avanzada: Se caracterizó por la organización delos grupos humanos en
aldeas cuyas viviendas eran muy variadas.
Estos
grupos estaban dirigidos por una máxima autoridad: “el cacique”. Cultivaban tubérculos
como la yuca y la papa. La agricultura avanzó a tal grado que se han hallado vestigios
de obras de calzadas en los llanos y de almacenamiento en los Andes.
Practicaron
la navegación en canoas, lo que les permitió el intercambio de productos.
Producción
Indo-hispano: Comprende la etapa que se inicia con el contacto entre los aborígenes
y los españoles hasta nuestros días.
La
mayoría de la población la conformaban los Caribes, quienes se localizaban en
las áreas costeras. Con la Conquista se iniciaron los enfrentamientos y hostilidades
entre españoles e indígenas, que diezmaron gran parte de la población
autóctona. En esta etapa comenzó el proceso de mestizaje entre indígenas,
españoles y negros.
CREENCIAS DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS
VENEZOLANOS
Cada
pueblo indígena ocupa un territorio, que según sus creencias le fue otorgado
por los Dioses. Son lugares sagrados a los que deben cuidado y
respeto y en los que vivían y viven organizados en pequeñas comunidad en sus poblados.
Estas
comunidades generalmente, son independientes
económica y políticamente unas de otras, aunque mantienen entre sí estrechas
relaciones sociales.
Los
cabeza de familia o jefes de cada una de las familias de la comunidad,
conforman una especie de consejo el cual es reconocido como la máxima
autoridad. Entre los miembros de dicho consejo se escoge uno de ellos para que
los represente en sus relaciones con otras comunidades.
Estos
jefes basan su poder en el prestigio que les proporciona su conocimiento sobre
la historia sagrada, rituales y ceremonias, técnicas de caza y pesca,
construcción de viviendas, comercio, etc. A su sabiduría deben agregarse la
ecuanimidad, la tolerancia y el buen juicio. Su liderazgo es reconocido por
todos, pero no pueden imponer su voluntad, ni ejercer su poder sobre los otros
miembros de la comunidad. En algunas etnias la autoridad se transmite de padres
a hijos dentro de un mismo grupo. Las decisiones que afectan a la comunidad son
tomadas de forma unánime en asambleas, luego de que cada uno de los miembros
adultos ha dado su opinión al respecto. En general, las sociedades indígenas de
ahora, al igual que las de nuestros antepasados,
son sociedades profundamente democráticas,
en lasque los alimentos, el trabajo y las diferentes responsabilidades que
garantizan el bienestar de la comunidad son compartidos por todos sus miembros.
Así vemos como son los hombres quienes se encargan de talar, limpiar y preparar
el conuco y construir las viviendas, además de realizar otras actividades.
Cazan y pescan, aunque en esta última también suelen participar activamente las
mujeres y los niños. Las mujeres por su parte se ocupan de la preparación de
los alimentos, del cuidado de los niños y de garantizar a provisión diaria de
agua y leña. También se ocupan del hilado de algodón, tejen cestas y
chinchorros, así como collares y otros adornos que utilizan en su atavío
personal.
Ellas
son las responsables del conuco y del fuego del hogar.
Los
ancianos son los responsables de los ritos y ceremonias, deben conocer a la
perfección la historia sagrada, y narrar sus enseñanzas a los más jóvenes para
mantener viva la tradición. La educación está basada en el ejemplo. Los niños y
jóvenes colaboran con sus padres y tíos en las distintas actividades que
realizan, los adultos los orientan siempre con mucha paciencia y tolerancia,
sin recurrir jamás al castigo físico.
SUS USOS Y COSTUMBRES
Con
la práctica de la caza, la pesca y la recolección, los primeros pobladores de
nuestro territorio utilizaron los recursos que les propiciaba la naturaleza.
Probablemente la subsistencia en el interior del territorio requirió de los
grupos indígenas el conocimiento de los ciclos biológicos de los recursos
vegetales, para disponer de frutas semillas y granos, además de suelos
fértiles.
El
agua fue el principal recurso natural para los grupos indígenas que poblaron
el territorio) venezolano. Por ello, sus aldeas se localizaron casi siempre en
la cercanía de fuentes naturales de agua dulce, como ríos, lagos y lagunas, que
aseguraban este líquido) indispensable para la vida.
En
muchos casos, llegaron a construir sus viviendas sobre las mismas aguas, corno los
palafitos del lago de Maracaibo. Los ríos y los lagos proporcionaban alimento seguro;
peces, especies terrestres que se acercaban a sus riberas a beber agua. y toda
clase de animales acuáticos. El recurso agua fue utilizado por nuestros
indígenas para preparar sus comidas, para el aseo personal diario y, en otros
casos, para curar las fiebres y otras enfermedades mediante inmersiones. De
allí que la mayoría de los indígenas practicaban ritos mágicos o religiosos
dirigidos a provocar las lluvias y conjurar las sequías. En los bosques y selvas,
los indígenas practicaron la tala limitada para construir sus aldeas y ampliar
las áreas de cultivo. Sin embargo, esta práctica nunca puso en peligro el
equilibrio de la vida vegetal, pues la deforestación sólo se hacía para satisfacer
las necesidades inmediatas de la comunidad. En las sabanas, las comunidades indígenas
aprovecharon la gran variedad de hierbas tanto para el uso alimenticio como el
medicinal, también practicaban la quema, con la finalidad de limpiar los
terrenos agrícolas, sin afectar la vida de la flora, la fauna silvestres, sin riesgo ni peligro para estas. El carácter local de tales
actividades y el abandono de las tierras afectadas facilitaban la recuperación de
los suelos y la vegetación en breve tiempo.
La
actividad de captura y caza de animales silvestres fue otra importante fuente
de recursos alimenticios de las comunidades indígenas caza del venado, el
chigüire, la lapa; así como la captura de tortugas, iguanas y culebras y la recolección
de huevos de aves y reptiles se realizaron respetando las épocas de
apareamiento y reproducción de los animales y sólo se practicaban sí eran
necesarias.
Los
indígenas venezolanos no produjeron materiales contaminantes de tipo sólido ni
químico que afectaran las aguas de los ríos, lagos y mares. La mayor parte de
sus desechos eran orgánicos, y el medio pronto los absorbía; además, eran muy
escasos, y en su mayoría se enterraban o quemaban, y así se preservaba el
ambiente.
MODELO DE JUSTICIA
La
administración del sistema jurídico de los pueblos indígenas (justicia comunitaria)
es un derecho colectivo reconocido a los pueblos indígenas por la Declaración
de las Naciones Unidas sobre los Derechos delos Pueblos Indígenas, el
Convenio 169 de la OIT, la Constitución Política del Estado y las leyes. Antes
de la colonia los pueblos indígenas habitaban y eran dueños del territorio
desde México hasta la Patagonia, pasando por el altiplano y valles (aymaras,
quechuas, urus) como en las tierras bajas o llanos (shimane, ayoreos, yuquis,
etc.), cada uno de estos pueblos poseía su propio "derecho autóctono"
su propio sistema jurídico, es decir que existían tantos sistemas jurídicos
como pueblos indígenas y comunidades existentes.
Durante
la colonia el gobierno colonial impuso su Derecho (contenido en las Leyes de Indias) y su propio sistema jurídico
a los habitantes originarios, los pueblos indígenas. Sin embargo también reconoció
parcialmente a las autoridades, normas y procedimientos (sistema jurídico) de
estos pueblos, para resolver conflictos al interior de sus comunidades, aunque
en la práctica sólo uno de ellos, el sistema jurídico del gobierno colonial,
prevalecía sobre el resto, era una especie de pluralismo jurídico subordinado.
El
Sistema Jurídico de los Pueblos Indígenas, Originarios y Comunidades Campesinas
también conocido como Justicia Comunitaria, Jurisdicción Indígena y Derecho
Consuetudinario Indígena es reconocido por el artículo 34 de la Declaración de
las Naciones Unidas sobre los derechos de los Pueblos Indígenas, aprobada el 13
de septiembre de 2007 y porque engloba el conjunto de autoridades, normas y procedimientos
que los pueblos indígenas administran para resolver conflictos.
La
justicia es una aspiración humana de carácter universal, que contribuye al mantenimiento
de las normas de convivencia entre los integrantes del organismo social ya que,
fortalece la democracia y detiene la criminalidad, resulta primordial armonizar
las políticas judiciales con un concepto de atención integral de las
poblaciones más vulnerables, entre ellas, las indígenas.
La
relación histórica del Estado con los descendientes de los habitantes
originarios del territorio, ha transitado desde la negación, pasando por la asimilación,
integración y coordinación, hasta llegar hoy al reconocimiento de su derecho a
participar en la vida nacional con respeto a su cultura. Es importante dejar
atrás interpretaciones tendentes a “exotizar” a los indígenas, presentándolos como
una continuidad directa de las sociedades anteriores a la conquista europea y
comprender que son seres humanos con plenos derechos, iguales ante la ley y que
comparten necesidades y aspiraciones de todos los habitantes. El Poder Judicial,
con especial interés de la Presidencia de la República Bolivariana de
Venezuela, ha venido realizando esfuerzos a fin de hacer efectivo
el acceso a la justicia a los pueblos indígenas, como parte de una
política integral de grupos en situación de vulnerabilidad, partiendo de la
concepción de que “no existe ninguna razón para que no seamos capaces de vivir
con respeto a las diferencias que la vida nos presenta, ya sea por el color de
nuestra piel, el género, las creencias o las diferencias externas que podamos
presentar, con una dignidad intrínseca que deriva de nuestra esencia como seres
fundamentalmente morales”.
Venezuela
es un país multicultural, que reconoce y garantiza la existencia de los pueblos
y comunidades indígenas.
La
Constitución de 1999 reconoció por primera vez el carácter multiétnico y pluricultural
del país, incluye un capítulo especialmente dedicado a los derechos de los pueblos indígenas
y abrió espacios de participación política indígena a nivel nacional, estadal y
municipal.
Entre los principales logros se podría nombrar: Año
2001 entró en vigor la Ley Orgánica de Demarcación y Garantía del Hábitat y
Tierras de los Pueblos Indígenas. Año 2002 se ratificó el convenio 169 de la
OIT. Año 2005 la Ley Orgánica de Pueblos y Comunidades Indígenas desarrolló y consolidó
ampliamente este marco de derechos. Año 2009 se conmemoró
la promulgación de "52 leyes que reivindican indirectamente
los derechos de los pueblos indígenas". Se promulgó la Ley de Patrimonio
Cultural de los Pueblos y Comunidades Indígenas y la Ley del Artesano y
Artesana Indígena. Y Se inició el proceso de discusión y consultas del Proyecto de Ley de Coordinación de la Jurisdicción
Especial Indígena con el Sistema Judicial Nacional.
El nuevo modelo justicia para los indígenas del
país, ha obligado al Estado, a
desarrollar a través del aparato institucional,
políticas públicas respetuosas de la diversidad sociocultural y
adaptadas a las particularidades de todos los grupos sociales que integran
la nación.
El nuevo contexto legal ha favorecido,
la participación de representantes indígenas en espacios de poder y cargos de
elección popular y esto ha hecho que las instituciones gubernamentales, han
venido adaptándose a la nueva normativa, creando oficinas para el diseño e
implementación de políticas públicas dirigidas a la población indígena según
sus áreas de competencia y en la mayoría de las instancias son encabezadas por
los mismos indígenas.
BIBLIOGRAFÍA
ARELLANO,
Fernando, S.J.
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Universidad
Católica Andrés Bello. Caracas, Venezuela, 1986.NAVARRO, Carmen.
Vive La Historia De Venezuela. Las Culturas
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Editorial
Santillana, S.A. 2008.Ley Orgánica de los Pueblos y Comunidades Indígenas. Constitución
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Jurídica Venezolana. Caracas 2001ROJAS, Belkis.
Pueblos Indígenas de Venezuela en la Actualidad
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de Los Andes, Mérida 1989.
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